Dos chavales estaban jugando al salir de la escuela cuando se encontraron una hermosa nuez entre unas matas.
Cada uno trató de apropiarse de ella y comenzaron a discutir:
- ¡Pues es mía porque yo la vi primero!
- ¡Es mía porque yo la cogí!
Naturalmente como no se ponían de acuerdo en la discusión, llegaron a las manos y comenzaron a pelear. En ese momento acertó a pasar por allí el maestro que después de separarles no con poco trabajo, pidió que le explicaran a qué se debía esa pelea.
Cuando se lo contaron, quedó pensativo un rato y al fin exclamó:
- ¡Qué vergüenza, pelearse así por una nuez! A ver, dádmela y yo me encargaré de repartirla como Dios manda.
Tomó la nuez y con una navaja la dividió en dos mitades, luego se comió tranquilamente el fruto y entregando media cáscara a cada uno de los chavales, les dijo:
- Esto es lo que yo llamo un reparto justo. Media nuez para cada uno.
Equidad. ¿Qué es lo justo?
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